May 31, 2007
La Sra. Pilar y yo nos escabullimos antes de que terminase la estrafalaria reunión de vecinos. Al llegar al patio de la casa, vimos luz en el piso de Ana.
- Mírala nena, ahí estaba. Menudo plantón nos ha dado.
- Es raro, no es su estilo. Vamos a ver si está bien, ¿vale?
Subimos despacio las escaleras y tocamos con los nudillos en la puerta.
"Toc toc toc"
- Ana... ¿Ana? ¿Estás bien? (...) ¡Ana abre, que somos nosotras! (...) Te has perdido una reunión muy divertida, ¿sabes? He recuperado mi tanga y la Sra. Pilar...
- ¡Señorita nena, señorita! Qué manía tienes con eso, ¿eh nena?
- ...ha reñido con Flanders y Roberto tiene una churri y... ¿Ana? ¿Estás ahí? ¿Estás bien?
- ¡¡NO!!
Un grito histérico se escuchó al otro lado de la puerta. Empezamos a asustarnos al oírla gimotear tan fuerte. No. Definitivamente no era su estilo. Ella es fría, seria y equilibrada. La de los berrinches soy yo.
- ¡Mira Ana, ábrenos y cuéntanos que te pasa, que tienes a la nena sufriendo hace una hora, eh! -gritó impaciente la Sra. Pilar.
La puerta se abrió lentamente. La carita de Ana asomó poco a poco. Tenía los ojos muy hinchados, la nariz enrojecida y olía mucho a vodka.
- Ggué hace ella agguí -fue lo primero que dijo al ver a la Sra. Pilar.
- Hija, qué antipática eres.
- No pasa nada, -traté de evitar una discusión en potencia- estaba preocupada por tí también. Además es de las nuestras. Sabe lo del blog y todo.
- Mmnnno jjodas... hics!
- ¡Sí! -respondió la Sra. Pilar entusiasmada- Lo descubrí en clase de informática, navegando.
- Ya... Puasad anda...
- Señoggitta Pilagg, bienvenida a mi humilde mogada... ¿Una Gaipiriña sin piña? Y sin assúcar, a moggo... -nos sentamos en el salón observando el pedal de nuestra vecina alucinadas - Ggashias pog venig, la vegdad eggge no me enguentro muy bien... ¿Te guedagás a dogmig conmigo Tam-Tam-go?
- Sí -le quité la botella de vodka de la mano- ¿Qué ha pasado, Ana? ¿No habías quedado con Paul? ¿Habéis discutido?
- Ssé...
- Hija, con lo bien que estábais, para una vez que te veo enamorada -intervino la Sra. Pilar- ¿Qué te ha hecho ese cabronazo?
- ¡Jajaja! ¡Modegge su lenguagge, señoggita Pilagg, jajaja! (...) Ese higgoputa de Paul egtá gasado y tiene una linda hics! ja en Luthon. (...) Cgeo gue voy a vomitagg...
Durante unos segundos eternos nos quedamos en absoluto silencio. Conmovida, la Sra. Pilar se levantó y fue a fregar el desastre en la cocina. Acompañé a mi amiga al baño y le sujeté la frente hasta que se encontró mejor. Cuando salimos del aseo todo estaba prácticamente recogido y las camitas abiertas.
- Señoggita Pilag, lamento mucho habeg sido antipática, me encantagía que se guedase a dogmig con nosotgas...
- No te preocupes, con la nena estarás más tranquila. Sólo quería decirte que yo ya pasé por eso del casado. Aléjate. Te hará daño. Que descanséis.
- Muchas ggashias...
Y nos acostamos cogidas de la mano mientras escuchábamos los tacones de la Sra. Pilar alejarse. Y después de llorar en silencio durante horas, Ana logró quedarse dormida.
(...)
- Mírala nena, ahí estaba. Menudo plantón nos ha dado.
- Es raro, no es su estilo. Vamos a ver si está bien, ¿vale?
Subimos despacio las escaleras y tocamos con los nudillos en la puerta.
"Toc toc toc"
- Ana... ¿Ana? ¿Estás bien? (...) ¡Ana abre, que somos nosotras! (...) Te has perdido una reunión muy divertida, ¿sabes? He recuperado mi tanga y la Sra. Pilar...
- ¡Señorita nena, señorita! Qué manía tienes con eso, ¿eh nena?
- ...ha reñido con Flanders y Roberto tiene una churri y... ¿Ana? ¿Estás ahí? ¿Estás bien?
- ¡¡NO!!
Un grito histérico se escuchó al otro lado de la puerta. Empezamos a asustarnos al oírla gimotear tan fuerte. No. Definitivamente no era su estilo. Ella es fría, seria y equilibrada. La de los berrinches soy yo.
- ¡Mira Ana, ábrenos y cuéntanos que te pasa, que tienes a la nena sufriendo hace una hora, eh! -gritó impaciente la Sra. Pilar.
La puerta se abrió lentamente. La carita de Ana asomó poco a poco. Tenía los ojos muy hinchados, la nariz enrojecida y olía mucho a vodka.
- Ggué hace ella agguí -fue lo primero que dijo al ver a la Sra. Pilar.
- Hija, qué antipática eres.
- No pasa nada, -traté de evitar una discusión en potencia- estaba preocupada por tí también. Además es de las nuestras. Sabe lo del blog y todo.
- Mmnnno jjodas... hics!
- ¡Sí! -respondió la Sra. Pilar entusiasmada- Lo descubrí en clase de informática, navegando.
- Ya... Puasad anda...
- Señoggitta Pilagg, bienvenida a mi humilde mogada... ¿Una Gaipiriña sin piña? Y sin assúcar, a moggo... -nos sentamos en el salón observando el pedal de nuestra vecina alucinadas - Ggashias pog venig, la vegdad eggge no me enguentro muy bien... ¿Te guedagás a dogmig conmigo Tam-Tam-go?
- Sí -le quité la botella de vodka de la mano- ¿Qué ha pasado, Ana? ¿No habías quedado con Paul? ¿Habéis discutido?
- Ssé...
- Hija, con lo bien que estábais, para una vez que te veo enamorada -intervino la Sra. Pilar- ¿Qué te ha hecho ese cabronazo?
- ¡Jajaja! ¡Modegge su lenguagge, señoggita Pilagg, jajaja! (...) Ese higgoputa de Paul egtá gasado y tiene una linda hics! ja en Luthon. (...) Cgeo gue voy a vomitagg...
Durante unos segundos eternos nos quedamos en absoluto silencio. Conmovida, la Sra. Pilar se levantó y fue a fregar el desastre en la cocina. Acompañé a mi amiga al baño y le sujeté la frente hasta que se encontró mejor. Cuando salimos del aseo todo estaba prácticamente recogido y las camitas abiertas.
- Señoggita Pilag, lamento mucho habeg sido antipática, me encantagía que se guedase a dogmig con nosotgas...
- No te preocupes, con la nena estarás más tranquila. Sólo quería decirte que yo ya pasé por eso del casado. Aléjate. Te hará daño. Que descanséis.
- Muchas ggashias...
Y nos acostamos cogidas de la mano mientras escuchábamos los tacones de la Sra. Pilar alejarse. Y después de llorar en silencio durante horas, Ana logró quedarse dormida.
(...)
Labels: Neighbourhood
posted by Tamaruca at 8:44 PM |
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