February 2, 2011
- Tam...
- Qué.
- Esto... Ya sé que estás nerviosa esperando la llamada pero... Eso era una rotonda, no una chicane.
- Pues vale.
- Conduces demasiado rápido y tienes la ceja levantada -continuó él mientras ella hacía caso omiso-. Cuid... Cuida con...
- Con qué.
- El bordill... Uf... ¡Tam!
- ¡Qué!
- ¡Que no corras tant...! -se tapó los ojos con las manos mientras el coche saltaba emulando al fantástico Kit- ¡Tam! ¡El badén!
- ¡No me grites!
- ¡Es que si llega a estar la ventanilla bajada salgo volando!
- ¡Hacen los badenes demasiado altos, jo! ¡No sabía que íbamos a saltar tanto, jiji!
- ¡Pero no te rías, estás histérica! ¡Frena un poc...!

...tiroriroriiiiruu... tariroriiiiru....

- ¡Mi móvil, trae!
- Ahora no lo cojas que vas conduc...
- ¡Trae, corre! -forcejeo.

- ¿Sí, dígame? (...) Sí. (...) Ahá.(...) Claro, mañana mismo. (...) De acuerdo. (...) El lunes. Perfecto. Allí estaré. Muchísimas gracias.
- ¿Y bieeeennn...?

¡¡HURRA!!

Labels: ,

 
posted by Tamaruca at 5:57 PM | 15 comments
January 25, 2011
Me asomé al balcón y observé resignada el panorama. Me remangué las perneras del pijama, me calcé las chanclas de goma y me dirigí hacia la puerta de casa. Flosch, sonó al pisar el jardín. Flosch. Hasta el tobillo. Flosch. Cubría hasta el tobillo. Flosch. Flosch. No era agua. Era una especie de fango arcilloso de color naranja. Flosch. Flosch. Jo, qué asco. Flosch. Puajj...

Seguía lloviendo. Mi coche se había desplazado varios metros calle abajo durante la riada que provocó la tormenta. Finalmente había topado con una palmera que, por suerte, había impedido que navegase hasta el mar pero el pobre no estaba atravesando lo que se diría su mejor momento. Medio cruzado en la carretera y cubierto de lodo, obstaculizaba el paso de las máquinas que trataban de arreglar el desaguisado.

- ¡Eh, usted! ¡La del pelo a lo macho! ¿Es ese su carro?

¿Me están gritando a mí? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Carro? ¿¿Pelo a lo macho??

- ¡Eh! ¡Estoy acá! En verdad su carro se ve como un emparedado, ¡jaja!

Qué bien, justo lo que necesitaba: el gracioso de turno. El gracioso de turno con una pala. Vale, igual sí que es lo que necesitaba.

- Yo le ayudo, ¿ok? Despejamos acá entre las ruedas para que pueda moverlo y que pasen luego mis camaradas con la herramienta, ¿ok señorita? ¿Señora o señorita? ¿Es usted casada?
- Si tienes otra pala... -musité- podría avanzar desde el otro lado -cualquier cosa con tal de sacar cuanto antes mis pies de semejante barrizal, ¿cómo es posible que la gente con pasta se embadurne entera en esta guarrada?
- Ah no, eso sí que no. Es peligroso -respondió mientras hincaba la pala en el lodo y sacaba algo enterrado-. ¡Mire lo que se puede uno encontrar!

Zas. Un erizo. Un erizo muerto. Un erizo muerto del tamaño de un gato. Un erizo muerto del tamaño de un gato al lado de mis pies semidescalzos. Puaajjj... Deseé durante unos segundos lavarme los pies con sosa cáustica, como el payaso de Álex de la Iglesia. Puaaaajjjj...

Traté de salir corriendo del lugar pero las chancletas hacían ventosa en el barro y sólo logré una especie de aleteo ridículo flosch-flosch-flosch.

- ¿Está usted bien? -preguntó intrigado el individuo de la pala.
- ¿Me puede prestar su pala de una vez y buscarse otra? ¿¿Prefiere acabar hoy o mañana??
- Teeeenga pues.... -dijo al fin mientras soltaba el apero- Es usted un poquico borde, mamita -refunfuñó mientras se alejaba.


Hala pues.

Labels: , ,

 
posted by Tamaruca at 1:28 PM | 3 comments
October 5, 2009
Despegué con cuidado el post-it de la página ciento cuarenta y nueve y volví a colocarlo con cuidado en la parte superior de la doscientos trece. Pasé el dedo sobre la firma plasmada en el pequeño adhesivo amarillo. Cerré el libro y acaricié las tapas. El silencio era absoluto. Ni siquiera Jorge, que había vuelto a zambullirse en la piscina, emitía el menor sonido al nadar.

Busqué a mi perro con la mirada. Sonreí al ver cómo Deisy trataba en vano de retratarlo. Es complicado obtener una foto nítida de un cocker, créanme. Volví a tumbarme bajo la sombrilla y observé el cielo con detenimiento. El azul tornaba de celeste a lavanda suavemente. Ni una sola nube. Nada. Sólo azul. Sólo silencio. Sólo la brisa.

Comencé entonces a sentir remordimientos por estar ahí, tumbada sobre las baldosas de aquella piscina, por haber ignorado el cartel "propiedad privada", por estar mirando al espacio sin hacer nada y por no escribir. Sobre todo por eso. Por no escribir.

- He muerto -dije. Pero nadie se inmutó. Tan sólo Sirius Black, mi perro, negro como el tizón, meneó el rabo al escuchar mi voz.

"He muerto" pensé. "No tengo nada sobre lo que escribir" me justifiqué. Aunque en el fondo no estaba segura de si era "nada" o de si era "demasiado". Sí. Era eso. Demasiado. Y eso era peor. Demasiado para mí. Demasiado para alguien que nunca ha sido buena con las palabras. Demasiado para quien no sabe expresar ni cómo se siente.

Una melodía alegre comenzó a sonar de repente entre las raquetas de pádel. Deisy se apresuró hacia allí, en busca de su teléfono. "Sí, dígame. (...) Sí soy yo, llamé para dar parte porque tengo un problema de cabras. (...) Sí, eso es. (...) No, estoy segura. No son gatos, no. Son cabras salvajes las que se comen las flores de mi jardín. (...) ¿Un informe por escrito? (...) Ahám. (...) ¿El presupuesto también? (...) Ah, claro. (...) Bueno, vale (...) Sí, sí. Gracias. Adiós"

- ¿Las cabras saltan a tu casa? -preguntó Jorge boquiabierto una vez ella hubo colgado.
- ¡Ya ves! ¡Cada noche desde hace un mes! ¡Y se comen todas las flores y escarban el picón! ¡Estoy más harta de las jodías cabras! Y encima los del seguro me piden que escriba un "informe completo del suceso" y que les envíe presupuesto de la verja que he solicitado. ¡Pues anda que no me hacen trabajar, para una jodía verja!
- ¡Qué bueno, jaja! -a Jorge siempre le resultan muy divertidas las trastadas con un toque surrealista-. No te preocupes, seguro que Tam te escribe el informe en un momento, ¿verdad?
- Se me ha ocurrido algo más efectivo... ¿Puedo ir esta noche a dormir a tu casa?


¿Continuará?


Labels: ,

 
posted by Tamaruca at 2:57 PM | 53 comments
May 18, 2009
El dolor punzante comenzó a resultar insoportable cuando el festival de Eurovisión anunciaba su vigésimo participante. Aún así, aguanté hasta las puntuaciones rezando para que el demonio de la muela no se despertase.

Ja. Uno nunca aprende que rezar no sirve para nada. Una hora después perdí el control de mis actos. Lloraba, gritaba, me retorcía por el suelo y demás espectáculos varios. Jorge, desesperado, me metió en el coche y me llevó a URGENCIAS.

Por lo que acierto a recordar, llegamos cerca de las 3 de la madrugada. Era una nave prefabricada en medio del monte y, contra todo pronóstico, a pesar de ser sábado por la noche, no estaba atestada de gente. El lugar, siguiendo la línea de semidesertización patente en toda la isla, estaba prácticamente vacío. Tan sólo una agarena, con su burqa y su bebé, aguardaban pacientes en la sala de espera.

Una hora de dolor agonizante después, una figura notablemente alta y delgada se asomó a la sala de espera y, con marcado acento inglés, preguntó:

- Susanno... Bloom? Blosck? Blade? Blooo... mmm?
- ¿Blasco puede ser? -preguntó Jorge, muy avispado él, deduciendo que preguntaban por mí. Más que nada, porque era la única persona ya que quedaba esperando en la sala.
- Oh, yes, Blouscou. Puede acompañar a mí, please -me dijo sonriendo mientras me observaba divertido con sus clarísimos ojos azules.

Leonardo di Caprio, pensé. El médico es Leonardo di Caprio con veinte años y acné. Leonardo di Caprio con veinte años, acné y un nivel de español de suspenso en el First Certificate. Genial.

Jorge observó mi rostro palidecido de pánico, y pidió que le permitiesen acompañarme al interior.

- ¿Puedo entrar con ella?
- No, ustes puede esperrar aquí, thanks.

Y, cogiéndome de la mano, el Dr. di Caprio me hizo pasar tras las portezuelas blancas, y después tras una enorme cortina gris.


Continuará...

Labels:

 
posted by Tamaruca at 10:50 AM | 56 comments
March 23, 2009
Llegada la hora volví a ponerme las sandalias doradas. De nuevo bajé la montaña por la calle peatonal, crucé el túnel que pasa debajo de la carretera, atravesé los jardines del Sheraton -siempre es un placer- y continué caminando hasta el final del paseo marítimo, hacia el mirador rocoso donde se encuentra ubicada la peculiar oficina de correos.

Conforme me iba acercando, empecé a ponerme extrañamente nerviosa. No. No podía ser. ¿La puerta estaba abierta? Sería el reflejo del sol... Porque las persianas seguían cerradas. ¿No? No. Estaba abierta. Estaba abierta de verdad. Abierta por vez primera desde que aterricé en la isla en enero. Abierta a las once y cuarto de la mañana. La puerta abierta y las persianas cerradas. Toma ya.

Me asomé con precaución. El garito estaba en tinieblas pero, con el volumen al máximo se escuchaba el tema:




Cuando mis pupilas se acostumbraron a la penumbra, logré distinguir algunos posters colgados en las paredes: The Who, Aerosmith, AC/DC, Led Zepellin, The Ramones, Metallica, RHCP... Por unos instantes, pensé que un cruce neuronal me había jugado una mala pasada, que me había equivocado y que, inconscientemente, me había dirigido a la Taberna del Capitán Garfio en vez de a la oficina de correos cuando...

- ¡Muy buenos días, mi niña!

¡Oh! ¡Era él! ¡El mismísimo Keith Richards apoyando su huesudo brazo tatuado en el mostrador de la oficina de correos! ¡Keith Richards en sus buenos tiempos! ¡Keith Richards un poco menos cascao pero igual de tatuado y de flaco!

- ¿Cómo está usted, señorita? ¿En qué puedo ayudarla?

Keith Richards... ¿con acento gallego? Umm... ¿y más joven? Ummm...
Igual eso de volverse cada vez más joven sólo le pasaba a Benjamin Button y, quien estaba frente a mí, por muy ajustados que llevase los pantalones, no era el verdadero componente de los Rolling Stones, sino su doble gallego metido a funcionario en una isla semidesierta. Toma ya.

- Perdón -musité al fin-, vengo a recoger esto... -y mostré mi aviso de llegada.
- Ah, ¡por fin viniste! -exclamó él- Ya pensaba que no querías tu paquete, lleva toda la semana aquí esperándote y yo muerto de curiosidad...
- ¿Perdón? -to-ma-ya.
- Pues me digu, ¿qué diantres hará una maña tan lejos de su tierra?
- ¿Y la maña se supone que soy yo?
- Hombre, pues claro mi niña, de dónde si no... ¿De dónde te envían el paquete? De Zaragoza, ¿sí o no? Pues eso es que eres maña...
- Si tú lo dices... -firmé el justificante y anoté mi D.N.I. Keith Richards me observaba detenidamente.
- Ahora me hiciste dudar... -cogió mi carné de identidad y lo estudió. Luego me observó de nuevo.
- Esta no eres tú -afirmó.
- Claro que lo soy. Cambio mucho de peinado, eso es todo.
- Además, no tienes acento aragonés.
- ¿Dónde habré oído yo eso antes?
- No me has dicho qué haces tan lejos de tu casa.
- ¿Y tú?
- Pues...
- ¿Qué te hace pensar que esta no es mi casa?

Se quedó callado unos segundos. Arrugó un poco más la frente. Unos segundos más de fondo musical sin palabras. Relajó la expresión y suspiró.

- Eres rara. ¿Tienes novio?
- No. Marido.
- Vaya por Dios -se quejó mientras recogía el papel firmado por mí - ¿Y tú? -le preguntó a la chica que acababa de entrar en la oficina - ¿Estás casada también?
- Así eh -respondió ella abrumada -, pero mi marío ehtá en la penitensiaría al menoh sinco añoh mah -comentó con naturalidad.
- ¡Estupendo! -exclamó el funcionario rockero - Eso nos deja un margen de maniobra maravilloso, ¿sí o no?

Toma ya, pensé mientras me alejaba de la oficina de correos. Toma ya.

Labels: ,

 
posted by Tamaruca at 11:31 AM | 70 comments
March 19, 2009
Me vio entrar en casa con el gesto torcido. Dejó la escoba, aparcó el carretillo y se acercó a preguntar.

- Mi niña... ¿y esa cara?
- Se acabó, no puedo más. Me rindo -solté de un tirón mientras le mostraba el papel que llevaba en la mano-. Hace una semana que trato de recoger un paquete en la oficina de correos y siempre, siempre, siempre que voy, la he encontrado cerrada. Sin excepción. Estoy frustrada. Frustrada y cabreada. Muy cabreada. ¿De verdad esa oficina funciona? ¿Existe un Sr. Cartero no fantasma?

Mila reprimió una carcajada y siguió escuchando mi perorata.

- Vale que el primer día me equivoqué: una está acostumbrada a que esté abierto de ocho a dos y es bastante sorprendente que aquí sólo abran de nueve a once pero, ¿en serio abren? ¿No es una broma macabra? ¿En algún momento del día o de la noche podré recoger mi paquete? He ido a las ocho, a las nueve, a las nueve y media, a las diez, a las diez y media, y créeme Mila, allí no hay nadie.

Al fin terminé y cogí aire. No tenía mi paquete pero al menos me había desahogado. A mi amiga jardinera, al parecer, le parecía muy divertida mi desgracia.

- Estás tonta -me dijo-, ¿por qué no preguntas? Sí existe, sí. El chico de correos es muy majo, te caerá bien. A las horas que tú vas suele estar en la taberna del Capitán Garfio. Puedes encontrarlo ahí. Si lo quieres pillar en la oficina, debes ir sobre las once y cuarto o así.

- Claro, claro -respondí irónica-. Qué boba soy. Cómo no se me había ocurrido antes. Si quiero recoger un paquete postal, ¿dónde debo ir? A la taberna del Capitán Garfio o fuera del horario indicado, of course...
- ¡Jajaja! Si preguntases más, caminarías menos -apostilló. Y volvió a sus labores.

Bueno, me dije a mí misma, un último intento. A las once en punto, vuelvo. Si no encuentro al funcionario en la oficina, me entero de dónde vive y voy a buscarlo a su casa. Hum.


Continuará...

Labels:

 
posted by Tamaruca at 1:45 PM | 17 comments
February 4, 2009
En la frutería. Oferta. Naranja canaria 0'99 €/kg

La frutera, una morenaza uniformada, seria y fortachona. La clienta, una rubia esmirriada y despeinada, con zuecos de tacón.

La rubia se acerca entusiasmada hacia la báscula, con una bolsa de naranjas canarias y su mejor sonrisa. La dependienta la observa con una ceja levantada.

- ¡Hola, buenos días!
- Buenoh díah...
- Por favor, ¿podría decirme en qué se diferencian las naranjas canarias de las... -en blanco, en blanco- de las... naranjas normales?
- Claaaaro... lah naranjah valensianah son normaleh. Lah canariah, anormaleh.




Jo, qué bien se me ha estado.


Cómo mola la frutera. 




Labels:

 
posted by Tamaruca at 12:22 PM | 32 comments
January 13, 2009
Hoy va de trabalenguas.

Al parecer, uno no puede estar consciente e inconsciente a la vez -este último define únicamente un estado- pero sí es posible estar consciente y subconsciente a la vez -es decir, abrir esa puerta secreta que deja ver nuestros deseos más íntimos, donde acumulamos información, recuerdos, donde residen nuestras verdaderas intenciones.

Lo que no entiendo entonces es porqué, en mi caso, inconsciente y subconsciente se llevan tan bien, mientras que consciente y subconsciente se llevan tan mal.

Me preguntas si me considero una persona coherente. ¿Coherente? No en absoluto. Más bien una contradicción con patas. Y sin embargo hay melodías que logran que esos malditos entierren el hacha de guerra, al menos este intervalo de tiempo. Quizás en este precioso momento...


Labels: ,

 
posted by Tamaruca at 4:49 PM | 18 comments
January 3, 2009



Hoy es blanco. Blanco y gris.
Veinte grados Fahrenheit.

Pasado mañana será ocre. Ocre y azul intenso.
Veinte grados Celsius.



Y de nuevo ella. La incertidumbre.
Y de nuevo ego. Lo imprevisible.

Lo constantemente imprevisible.
Lo constantemente inconstante.
Lo constantemente variable.



¿No es un modo de ser suficiente?


(...)

Labels:

 
posted by Tamaruca at 11:01 PM | 33 comments
November 4, 2008
Siguió esperando de pie sobre la tarima y preguntándole a su imagen en el espejo cómo había llegado a meterse en un lío tan gordo. De pronto, Lucía y su compañera entraron en el probador con el primero de los vestidos. "Agáchese un poco, por favor. Arriba los brazos..." y tras unas décimas de segundo atravesando el túnel de tela de blanca oscuridad, asomó por fin la cabeza y tomó oxígeno. Quinientos alfileres para ajustar el modelo al cuerpo de la diminuta joven. Quinientos pasadores para fijar el velo a los rebeldes tirabuzones de su cabeza.

- ¿Y bien? -preguntó Lucía una vez terminada su labor.

La joven se observó incrédula en la cristalera. No era la primera vez que se disfrazaba de novia. Jugando en casa con el traje de su madre, en alguna obra de teatro, para ganar un concurso de la radio, de Novia Cadáver...

Pero esta vez era distinto. Esta vez era de verdad. Y estaba... estaba...

- ¡Hola! -exclamó la hermana de la prometida irrumpiendo súbitamente en el probador- ¿Llego muy tard...?- Y soltó una carcajada.

- Ridícula. Definitivamente. La palabra que mejor define mi aspecto es ridícula, Lucía. Creo que el problema es el velo. Sí. El velo es un horror. Horrible. Espantoso. ¿Podríamos prescindir del velo, por favor?
- ¿Cómo vas a prescindir del velo? -se quejó Lucía- ¡Eres una novia! ¡Y estás preciosa! No hagas caso a tu hermana, se ríe porque no está acostumbrada a verte así... Vamos a probar otro, no te agobies.

Las señoritas uniformadas volvieron a salir del probador. La joven del cabello rebelde sacudió a su hermana con el velo espantoso para que dejase de reír. No funcionó.

Lucía volvió a entrar con otro complicado modelo. Este todavía tenía la cola más larga y aún pesaba más que el anterior. Quizá las novias se entrenaban como las reinas del carnaval para arrastrar sus vestidos el día de su boda y resulta que ella no se había enterado.

De nuevo el túnel de blanca oscuridad. De nuevo quinientos alfileres. De nuevo quinientas horquillas.

- ¿Y bien? -preguntó otra vez Lucía con una sonrisa radiante.

Les ahorraré detalles. El proceso de entrada y salida con nuevos modelos, el túnel de tela, la tortura de los alfileres, etc. Todo igual. Se repitió una docena de veces. Las opiniones generadas para cada modelo fueron, en este orden:

- Demasiado clásica.
- Demasiado seria.
- Demasiado ñoña.
- Pareces un palo.
- Pareces una seta.
- ¿Desde cuándo tienes caderas?
- ¿Vas a hacer la primera comunión, bonita?
- ¿Cómo se supone que debo caminar con esto?
- ¿Qué demonios es eso que cuelga de ahí?
- Aagggg...
- ¡Jajajaja!
- ¡JAJAJAJAJA!

Lucía y sus dos compañeras no perdieron la compostura. Ni siquiera cuando la joven se puso el velo sobre la cabeza y comenzó a imitar a Casper. Es admirable su profesionalidad.

- Intentémoslo de nuevo -propuso la señorita encantadora de uniforme negro con su eterna sonrisa-. Creo que éste es el que te gustó, el que vimos en el vídeo de la pasarela Gaudí.

Y de nuevo le hizo agacharse, subir los brazos, quedarse quieta mientras ajustaba con alfileres y...

- ¡ÉSTE! -corearon las hermanas al unísono.
- ¿Sí? -la sonrisa de Lucía lucía ahora más que nunca.
- ¡SÍ! -repitió la joven absolutamente entusiasmada- ¡ÉSTE, ÉSTE, ÉSTE! ¡ES ÉSTE! ¡ÉSTE, ÉSTE, ÉSTE!

- Lo sabía - y lanzó una mirada cómplice a sus compañeras que, muy contentas, tomaron sus medidas exactas.

- Lucía nunca se equivoca -reveló una de ellas despacito mientras anotaba el contorno de pecho de la novia-. Lleva muchos años trabajando aquí y cree firmemente que hay un vestido adecuado para cada persona. Es una romántica.

Tal vez. O tal vez sólo fuese suerte. O tal vez experiencia.

Y sin embargo, qué certeza tan absoluta y sorprendente había sentido cuando se vio a sí misma así vestida. Una certeza tan clara como la que sintió el día que conoció a Jorge.


Labels: , , ,

 
posted by Tamaruca at 12:04 PM | 33 comments
November 3, 2008
Una señorita con uniforme negro abrió la puerta y la hizo pasar a un pequeño despacho. Allí la acomodó en un lujoso escritorio y le tendió una pequeña cartulina junto a un bolígrafo metalizado. Durante unos instantes ella se quedó sola en la estancia, rellenando la ficha con sus datos personales.

Justo cuando más ensimismada estaba en su labor, otra señorita igualmente uniformada llegó cargada con tres catálogos. Se llamaba Lucía y era la persona que iba a atenderla. Le mostró una a una cada fotografía y fue anotando en una libreta sus impresiones. Una vez finalizada esta fase, la acompañó hasta otra salita, esta sí, llena de espejos.

Una tercera señorita la ayudó a desnudarse. Una vez en ropa interior, le puso unos zapatitos blancos y una combinación. Y volvieron a dejarla sola.

En el hilo musical sonaba una canción preciosa.



To be continued...

Labels: ,

 
posted by Tamaruca at 4:29 PM | 9 comments
July 28, 2008
Como muchos de vosotros ya sabéis, Jorge y yo nos encontramos en plena mudanza: cajas y más cajas, pintura, serrín, muebles nuevos, ruina económica, ojeras, etc. Lo cierto es que, desde que nos encontramos el 9 de noviembre del año pasado en el aeropuerto de Barajas, no hemos parado de complicarnos la vida mutuamente. Primero él abandonó la capital y se vino a vivir conmigo a Neighbourhood. Fue entonces cuando me di cuenta de que, o bien mi apartamento era demasiado pequeño, o bien Jorge era demasiado grande. Decidimos así cambiarnos a un piso algo mayor. Encontramos uno muy agradable en una zona céntrica y muy linda de la ciudad. La vivienda sólo tenía un inconveniente: su antigüedad. Tuvimos que reformarla completamente. Y cuando digo completamente, quiero decir total y absolutamente. Todo. Cuatro meses de obras, que se dice pronto.

No contentos con el tinglado que habíamos montado, aceptamos un proyecto de trabajo muy interesante a caballo entre isla tranquila y Dinamarca. De nuevo dos años fuera de nuestra ciudad: viajes constantes, aviones, trenes, idas y venidas... En nuestra línea, vaya.

Pero no se vayan todavía, aún hay más. Resulta que a Jorge debió parecerle que nuestras vidas no eran lo suficientemente complicadas así que me pidió que me casara con él de modo inminente. Claro -respondí al más puro estilo Holly Golightly-, nunca me he casado antes. Y menos de modo inminente.

Y hasta aquí un breve resumen de los últimos meses. Me sigue fascinando el hecho de que lleguen personas hasta este desastre de blog, se encuentren a gusto y se queden, que se enganchen a la cotidianeidad caótica de mi vida, a mis avatares varios. No imagináis hasta qué punto me hace ilusión que os divirtáis con las aventuras que os cuento, que sigáis ahí aunque apenas pueda prestarle atención a esta ventanita tan extraña que es internet. Gracias, gracias y mil gracias.

Estaré fuera un par de semanitas. Además, es probable que con esto de la mudanza me quede sin conexión en casa algún tiempo más. Sin embargo, volveré en cuanto me sea posible. Ya lo saben, soy una pesada.

Labels: ,

 
posted by Tamaruca at 6:32 AM | 60 comments
July 10, 2008

A raíz de la conversación mantenida con el albañil que nos ha llevado la reforma, en la que me confirmaba la finalización de las obras la próxima semana, he confeccionado una lista -sí, soy aficionada a ellas- titulada "Pagos pendientes julio 2008"

(...)


Por favor, que alguien me de un valium. O un algo.

Labels:

 
posted by Tamaruca at 3:29 PM | 34 comments
April 9, 2008


-Para serle sincera -exclamo interrumpiendo el monólogo del dependiente ya que, ante mis innumerables bostezos, no se da por aludido-, no deseo ni que me las realce, ni que me las junte, ni que me las levante, ni que me las modele, ni que me aumente una talla. Estoy muy contenta con la forma, altura y tamaño de mis senos, gracias. La pregunta que le he formulado sólo admitía dos respuestas válidas: sí o no. Repetimos. ¿Tiene usted sujetadores azules sin relleno?


(...)


Tras haberle sido completamente franca, algo en la mirada del señor dependiente me dice que, quizá, no sería buena idea volver a su mercería en mucho, mucho, mucho tiempo.

Labels:

 
posted by Tamaruca at 12:24 PM | 72 comments
February 22, 2008
Esto de las mudanzas tiene su gracia. Acabo de encontrar entre mis enseres más antiguos el diario de mi primera comunión. Sí. Yo hice eso. Vestida con una túnica blanca que al final del día era verde y marrón por la suciedad más absoluta pero bueno, esa es otra historia. La cuestión es que he abierto el librito con cuidado (ehem, no mientas), bueno vale, en realidad he roto un poco el broche dorado con la llavecita a juego (es de agradecer que me lo regalasen sin musiquita absurda en su interior) y en sus primeras páginas, es decir, cuando contaba tan sólo 9 años, leo lo siguiente (transcribo tal cual aparece ante mis ojos):


Querido diario:

Me estoy aburriendo como una ostra. Hoy he decidido estrenarte solo por eso, porque no tengo otra cosa mejor que hacer. Está lloviendo fuera y no me dejan patinar en casa y encima mi abuela ha tirado por el water mi experimento, ¡grr! Es incómodo escribir en ti porque eres pequeño, ridículo y tienes las tapas blanduscas. La verdad es que no eres muy bonito que digamos y yo no soy aficionada a los diarios así que te escribiré cuando me acuerde y basta por hoy.

Tamaruca


Lo que me preocupa ya no es tanto el nivel de bordería (siempre creí que había ido adquiriéndolo con los años y que la sociedad era la culpable pero descubro horrorizada que no, que debe ser innato) sino pensar en que, tras este breve espacio de tiempo en el que me entretuve descargando mis iras contra el pobre diario, ¿cual sería mi siguiente maldad?

Qué poco efecto me hizo aquello de comulgar, ¿me darían una oblea caducada?

Labels:

 
posted by Tamaruca at 12:13 AM | 55 comments
January 22, 2008
Querer es poder. Un poco de arrojo, fuerza de voluntad y sensatez, logran que uno sea capaz de superar cualquier cosa que se proponga, claro que sí. De hecho, hoy me siento muy feliz y dichosa porque he decidido dejar atrás pequeñas manías enquistadas desde mi adolescencia. Por ejemplo, ésta tan tonta de lavarme compulsivamente las manos (menos mal que ya no voy a misa, cuando llegaba el momento de dar la paz me daban vahídos) o no atreverme a tocar los pomos de las puertas en... (bueno, los lavabos de las discotecas serán la prueba de fuego, no empecemos la casa por el tejado).

No es un secreto que soy (perdón, he sido; me encuentro en fase de recuperación) más escrupulosa que la (pobre, cómo la comprendo) reina Isabel II que se pone guantes para no estrechar las (sudorosas) afectuosas manos de sus súbditos. Pero como les decía, estoy absolutamente decidida a controlarlo, a mantener a raya esa obsesión, ¡a luchar contra esa absurda pulsión! ¡Sí! ¡Señor, sí señor! Así que, plena de energía y en un alarde de valentía, me he acercado presta a un semáforo de estos que tienen un botoncito para que la gente pueda pulsar, así se pone verde para los peatones y...






Qué. Qué miran. ¿No puede medir una tranquila la temperatura del agua o qué?

Labels:

 
posted by Tamaruca at 7:59 PM | 51 comments
January 17, 2008
Beber sola, es triste.
Beber sola un miércoles de madrugada encerrada en casa, es muy triste.
Beber whisky sola un miércoles de madrugada encerrada en casa porque no soportas el dolor, es extremadamente triste.




Prometo relatarles el extraño proceso que ha desembocado en este indescriptible dolor de cabeza. Esta muela del juicio me va a llevar a la demencia. Y encima, todo me huele a JB.

Puaj.

Labels:

 
posted by Tamaruca at 1:55 PM | 49 comments
December 2, 2007
Muy bien. Asumo el hecho de que no me gustan determinadas fechas. Vale. Acepto que que me tilden de arisca y nada tradicional. Que sí. Que la decoración navideña es hortera por definición. Pero, por favor, ¿podría alguien explicarme por qué, en la sección de congelados del MERCADONA debo ahorcarme con un espumillón o golpearme la cabeza con una bola dorada para alcanzar la puñetera parrillada de verduras?

Gracias.


Get this widget Track details eSnips Social DNA

Labels:

 
posted by Tamaruca at 12:31 PM | 64 comments
September 12, 2007
¿Recuerdan ustedes las visitas culturales que organizaban sus colegios? Grupos de niños emocionados descubriendo por dentro una emisora de radio o la fábrica de lacasitos, por ejemplo, la depuradora de agua o la central de energía eléctrica. Dichas visitas se realizan a distintos niveles en función del público: colegios, universidades, profesionales del sector e incluso turistas en algunos casos (me viene a la mente la Fábrica de perlas Majorica en Mallorca).

Durante los años de facultad, dejan de ser una excursión para convertirse en un aprendizaje más profundo, centrado en aspectos técnicos y con miras a un puesto de trabajo interesante. Una vez dentro del mercado laboral, uno nunca debe dejar de aprender así que continúa estudiando nuevas tecnologías y sistemas, acudiendo a charlas y conociendo el esqueleto de las nuevas industrias.

Supongo vendrán a su mente imágenes de alguna de sus visitas; vídeo de presentación, una persona en plantilla haciendo de guía y atendiendo sus dudas... ¿Si? ¿Lo visualizan ya?

Imaginen... Son ustedes ejecutivos o delegados comerciales pertenecientes al sector de las energías renovables. Visitan una enorme fábrica recién construida; en este caso, se trata de una planta de generación de carburante ecológico. Una señorita menuda les recibe; al parecer es ella quien va a guiarles, quien va a explicarles el procesamiento desde que tenemos semillas de girasol hasta que las transformamos en biodiesel y glicerina, mediante una sencilla reacción química denominada transesterificación.

Para entrar en materia, romper el hielo y ubicarse de modo general, lo mejor es un vídeo de presentación en el que, con relajante música de fondo, podrá verse cómo fue construyéndose la planta paso a paso, los paisajes plagados de girasoles que la rodean, etc. La Srta. Susano les invita a acomodarse en una sala de visionado, apaga las luces, baja las persianas, abre su maletín e introduce el DVD en el reproductor...


Get this widget Share Track details



Ah pues no. Este no era.


Para Achab.
Supera esto, hermanito.

Labels:

 
posted by Tamaruca at 9:04 AM | 56 comments
August 28, 2007
Imaginemos la siguiente situación: una joven viajando por primera vez en el vehículo que recién le ha asignado la empresa. Supongamos que detesta conducir; está habituada al cambio de marchas automático, todavía no le ha cogido el punto al embrague así que el coche se cala continuamente. Añadamos algún agravante más: cada vez que tiene que activar el intermitente izquierdo, por alguna extraña razón comienza a funcionar también el limpia-parabrisas -disparo de agua inclusive-.

Aunque parezca increíble dadas las circunstancias, parece que estamos llegando, sanos y salvos, al destino. Tensos, eso sí. Pero de momento, sin lamentar grandes pérdidas. La conductora se enfrenta ahora a la prueba final: se encuentra en el carril derecho (véase zapato de tacón) y debe llegar hasta su gato (la artista del paint dice que los bolos de colores son los otros coches y que por favor, un poquito de imaginación). La maniobra elegida es la marcada con la flecha (seguramente habría una rotonda un poquito más delante que evitase tan aberrante pirula pero recordemos que nuestra protagonista no es un genio de la locomoción).






Presiona el mando a distancia que sube la barrera de acceso a su garaje, gira saliéndose de su carril y paralizando la circulación del contrario y cuando ya, ajena a los insultos que provienen del coche rojo (la bola roja), se dispone a entrar en el edificio... chuf chu chuf... "¡¡Noooo, ahora no te cales, mierdoso de coche de mierdaaa!!"



El estrés se incrementa con los pitazos del rojo y sus secuaces (los bolos de colores que irían detrás). Ella intenta arrancar el coche sin éxito mientras se pregunta quién demonios inventó el claxon y para qué. En medio de esta histeria colectiva... ¡¡¡¡BOUNKK...SKRIRREJJHHH!!!!



Nuestra conductora, horrorizada, no da crédito a lo que sucede. La barra metálica que controla el paso ha caído sobre el techo de su coche (perdón, el coche de la empresa) abollándolo completamente. "Genial" piensa ella, "menuda cagada" y ya no piensa mucho más porque ha alcanzado el estado de esquizofrenia gracias al señor bocina y sus amigos (lo adivinasteis, el rojo y sus secuaces). "¿No se supone que estos mecanismos tienen un sensor? ¿Por qué hay una barra incrustada en mi techo entonces? ¿Me he vuelto invisible?"


Este es uno de esos momentos en que uno debe crecerse ante las dificultades. La situación era caótica: una barra había atrapado su vehículo impidiéndole todo movimiento, una caravana de coches no cesaban de pitar y a ella se le había olvidado cómo poner un coche en marcha. ¿Qué se puede hacer?

Llorar. Llorar mucho. Salir del coche por la ventanilla del copiloto y llorar.

El señor bocina se apiada. En realidad, primero flipa y luego se apiada (y lo más importante: entremedias, deja de pitar).

Él y algún que otro fortachón logran desencajar el amasijo de hierros, conducen el maltrecho coche hasta la plaza de garaje y tratan de consolar sin éxito a la joven. Por lo visto, nunca habían visto nada igual.



¿En serio? No me digas...





Inspirado por e-Catarsis ;-)

Labels:

 
posted by Tamaruca at 4:59 PM | 64 comments