March 30, 2008
- Es un hecho. Si los números no cuadran, no cuadran. Es mejor asumir cuanto antes que el presupuesto para la Vespa se nos va a fundir reconstruyendo paredes y en el dentista -le dijo ella a él con gesto afectado.
- Lo entiendo...
- Y hasta aquí las malas noticias -continuó ella-. ¿Quieres saber las buenas?
- Claro -respondió él afligido.
- Le comenté todo esto a mi tato...
- Ahá.
- Y me ha dicho que, como él se ha comprado un auto nuevo, no tiene ningún inconveniente en dejarnos el suyo viejo.
- ¿Sí?
- Sí.
- ¿Y qué coche es? -preguntó él con renovada energía; no podía disimular su pasión por el automovilismo.
- Uno rojo antiguo.
- Hum -gruñó él-, tú y tus descripciones. Me refería al modelo, al tipo de motor, ¡a la marca al menos!
- Pues... -se esforzó ella- Bueno, funciona con gasolina, hace mucho ruido y es bastante complicado de conducir, hay que pisarle bien. ¿Sabes las carreras de rally?
- ¡Claro! ¡Soy un piloto de rallies frustrado!
- Ya, en eso mi tato y tú sois clones. Vale, pues... Entonces seguro que te suena... Es un Lancia, la versión que hicieron para...
- ¡¡No!!
- Emm... Sí...
- ¡¡No puede ser!! ¡¡No me lo puedo creer!! ¡¡Adoro esa máquina!!
- ¿En serio? Uh... Vaya -comenta ella atónita ante la expresión eufórica de él-, me alegro, me alegro. La verdad es que no está nada mal, es un tipo de conducción divertida, emocionante. Nos lo ha traído ya, lo ha dejado aparcado cerca de casa... ¿Vamos a buscarlo y lo pruebas?
(...)
Tras haber convertido la visita a IKEA en el París-Dakar, sólo puedo decir una cosa: espero que si un lejano día le anuncio a Jorge que estoy embarazada, me mire con la misma cara que puso cuando le enseñé el Lancia.
Labels: With him
posted by Tamaruca at 3:47 PM |
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