Le dio miedo esa voz de pena que oía salir de ella, ese aliento marchito, esa articulación entrecortada. Sus palabras se convertían en caricias de aire y de placer que su boca dejaba escapar. A medida que pasaba el tiempo, su interpretación cada vez estaba más cargada de sexo.
No volvió a ver a John Kennedy. Después de esa noche, el Presidente decidió romper con Marylin y negar los rumores que empezaban a circular sobre su relación.
Últimas sesiones con Marilyn, ensayo del psicoanalista Robert Schneider.
At 1:44 AM, luciérnaga
...que pena tenerlo todo y no tener nada en realidad, verdad?
...no sé yo si llevarla al cine sería muy factible. Hay algo que tienen las leyendas...eso de ser un poco lejanas, inalcanzables...Acercar su historia (más) sería como romper un poco la leyenda que gira a su alrededor...no sé...yo creo que esa peli no la vería :-S
En fin...divago mogollón cuando no tengo sueño...ejjejeje...
Besitos mil
A mi esa escena siempre me ha encogido un poco el corazón, no se porqué... y eso que no sabia que después de eso la dejaría. Lo que pienso siempre que veo Marilyn es: Ojalá ahora tambien estuvieran de moda esas curvas! Harta estoy de las modelos y actrices rectilineas, hombreya...
P.D. Honrosa excepción es la Scarlett, que sin embargo no me acaba de caer bien...
At 6:21 PM,
At 11:05 AM,