Esa misma tarde volví a coincidir con él en el ascensor. Lo había visto junto a los buzones por la mañana, ojeroso y descompuesto, impregnado del característico hedor de una mala noche de borrachera. Con la ayuda de un grueso rotulador, tachaba algo obsesivamente. Había manipulado la plaquita metálica correspondiente a su piso, de modo que ahora se leía:
Lucien du Laurent Pinon Isabelle Ossard Bènichou 2º A
Durante el proceso, algo que parecía una fotografía, cayó del bolsillo trasero de sus vaqueros desgastados. La recogió y la introdujo en la papelera destinada a publicidad. Fue en ese instante cuando se percató de mi presencia y, sin inmutarse lo más mínimo, susurró: "C'est la vie" Inmediatamente después, subió dando tumbos por la escalera principal.
Esto había ocurrido a primera hora de la mañana. Ahora eran las ocho de la tarde y de nuevo volvíamos a encontrarnos en el rellano.
- Pardonez-moi -exclamó aturdido mientras me empujaba para mirar dentro del ascensor en el que yo me encontraba. - ¿Puedo ayudarle en algo? -pregunté algo molesta por el empujón recibido. - Creo que no... Merci. - ¿Busca usted algo? -añadí al observar cómo se asomaba tras el mostrador de portería. - Oh, guealmente... -titubeó-. Tal ves usted sí puede ayudagmé. Usted vio a mí esta mañana, ¿es coguectó? - Coguecto -afirmé con rotundidad. - Tal ves usted viega... ummm... yo tenía ici...
Cuando aquel individuo de elevada estatura y profundos ojos azules introdujo las manos en los vacíos bolsillos de su pantalón, me aventuré hacia la papelera y busqué allí lo que horas antes me había parecido un retrato. Bingo. La imagen de una preciosa joven de cabello corto permanecía oculta tras un pliego de Mercamueble.
- ¿Es esto? -dije mientras le tendía su fotografía. - Oui! Merci, merci...
Y no dijo nada más. Grandes lagrimones empezaron a recorrer su pálido rostro. Avancé hasta el ascensor y pulsé el botón del 4º piso rápidamente. Era una situación algo incómoda.
- Merci -repitió antes de que las puertas automáticas se cerrasen-. "C'est l'amour"
Joer, me ha dado penita el pobre. Se le nota un hombre enamorado. Deberíamos movilizarnos todos los comentaristas y redactar un manifiesto para salvar a esa pareja (hoy el espíritu de Isabel Gemio me invade) y cambiar ese "C´est la vie" por un "¡Oh lalá!"
Quizá esperaba un guiño por tu parte, una media sonrisa leve de comprensión. Pero claro, uno nunca actúa como quisiera en estas situaciones embarazosas.
Hace unos años, después de haberme leído un tocho de dimensiones épicas con las 20 mejores novelas de la literatura francesa (Rojo y Negro, Madame Bovary, La Dama de las Camelias...) llegué a la conclusión de que los franceses harían mejor siendo gayers.
Ostras Fet, pues igual queda mal decirlo pero creo que un poco mucho de razón sí que tienes, eh... Infinitamente mejores los personajes de las novelas rusas (para mi gusto, claro).
Achab qué bruto eres, ¡jajaja! Para una vez que trato de ser buena con mis vecinillos...
Pues no le he leído, pero si me dices que te ha sorprendido voy a intentar hacerme con ella y leérmela.
Últimamente me sorprende a mí misma lo friki que puedo llegar a ser. Hoy me han regalado un monedero-bolsito de Audrey y me ha hecho una ilusión tremenda. Está empezando a preocuparme XD