Cada cierto tiempo, mi hermana y yo intercambiamos música y lecturas. Es esta una costumbre a la que profeso mucho cariño desde niña y que comparto con muy poquitas personas.
- Hola Tam, ¿qué haces? -nuestras voces a través del teléfono suenan exactamente igual, es un efecto sorprendente-. Salgo de trabajar en media hora y paso por debajo de tu casa con el coche. ¿Aprovechamos y me bajas los libros? ¡Pero rápido, que ahí no puedo aparcar! - ¡Vale! -respondí a mi misma voz-. Te esperaré en el portal.
Comencé a seleccionar para ella mis lecturas favoritas de este verano. La biografía de Joaquín Sabina, "La joven de la perla" y "La dama del unicornio" de Tracy Chevalier, "Tokio Blues" de Haruki Murakami y por último, uno que me tocó el alma: "La elegancia del erizo" de la francesita Muriel Barbery.
Bajé al rellano con mis libros y un disco de Dire Straits, una pequeña joya que reapareció en la mudanza. Los extendí con cuidado en el mostrador de la portería y fui metiendo en cada uno, a modo de marcalibros, una de mis postales de colección; en este caso, imágenes de actrices de los 50.
Tan ensimismada estaba con una labor para mí tan placentera, que no oí entrar a la presidenta de la comunidad, una señora enjuta de pelo canoso, gafas doradas y modales dudosos.
- ¡Quita todas esas porquerías de ahí! -gritó mientras pulsaba el botón del ascensor con su bastón-. Venís los nuevos avasallando, ¡esto no es un top manta! -apostilló.
La observé atónita entrar en el ascensor. Sus movimientos eran tan ridículamente airados que me resultaron cómicos. Estiró tan fuerte de la puerta que se golpeó a sí misma en la cara y se le torcieron las gafas. Seguí mirándola boquiabierta hasta que la luz del ventanuco alargado desapareció hacia los pisos superiores.
Dios castiga sin palos, pensé. Y me puse a canturrear.
En mi tierra Tam, se dice: "Si algo no lo quieres la vida te da tres tazas y si no, hasta las asas" En el lugar donde vivía antes, hay una señora de esas, que decía que ella es Doña... y daba a entender que los demás teníamos que agradecer vivir donde ella. Al final necesitó de todos nosotros (los inferiores) y ahora está más sola que las una, "La vida siempre nos pone a cada uno en nuestro lugar" y anda que no es verdad ese refrán: "Dime de que presumes y te diré de que careces", ¡si al final a todos se ns ve el plumero! Besicos (espero que estés bien, te echo de menos cuando preparo la comida de la abuelita, en nuestras fugaces charlas)
Lo primero, bienvenida poco a poco a tu hogar bloggeril ;)
Lo segundo, a la presidenta de tu comunidad no le vendrían mal unas clases de modales y buena educación.
Tercero, según tus gustos musicales te hubieras llevado de maravilla con mi hermano. ¡Era un gran fan de Dire Straits y de los prodigiosos dedos de Marc Knofler!
Que Genialidad, yo de vieja quiero ser igual y liarme a bastonazos como Valle-Inclán... Lo de la bicicleta sigue siendo una treta para volverlos a todos locos poco a poco...
qué buenos los dire straits, a mí me gustan gracias a mi madre...las canciones las tengo 'incrustadas' en el cerebro, claro, tanto ponérmelas de pequeña...
Hola Ferri. Este en concreto es el siguiente que hizo: "Sabina en carne viva. Yo también sé jugarme la boca" de Javier Menéndez Flores también. Es entretenido (si te gusta Sabina, claro, si no debe resultar un horror), de estos de leer a cachitos, con formato de entrevista.
!!! Sabes que yo leí este verano "La elegancia del erizo" y "Tokio Blues"?? (leí un tercer libro "Out" ..que, aunqeu sí engancha...no merece la pena mención para mi gusto). Se metieron directamnente los dos libros en mi lista de favoritos!! (cada día esa lista en más y más grande...ays)
jejee..que diferencia entre esta portera y la Muriel, eh??
Qué alegría me das con "la elegancoia del erizo" , lo tengo aquí para leer y una aguafiestas me ha dicho que es raro y denso ???? Así que me pongo al líooo
Incluso aunque no se hebiera dado con la puerta en las narices, seguro que llevaba el café agriado con la bilis. Y es que en el pecado lleva la penitencia. Pobre vieja.
En fins... que la que nace despistá.. que la de antes, la Granny esa, que soy yo que no me había dado cuenta de que estaba con una identidad diferente :)
Ostras, esta tarde estuve mirando en la Fnac "Tokio Blues", que casualidad, estuve a punto de llevármelo, pero en el último momento dudé. Me lo recomiendas fervientemente ?? si es así, me lo compro!!! jajaja, que siempre me he fiado de tus gutos.
En mi defensa debo decir, Achab, que lo tengo comprado en la estantería de "pendientes" junto a otro regalo maravilloso de Glenclous, el de "La voz dormida" aunque ese me da más miedo empezarlo porque tiene pinta de ser de los de llorar mucho.
Efrén, para mí "Tokio Blues" es uno de esos libros que denomino "con música" como me ocurre con "Seda" o "La sombra del viento" por ejemplo. Tienen algo especial. Murakami tiene un modo de redactar... no sé explicarlo... mmm.. es relajante, transmite paz. Coincido con Raúl, me encanta Haruki.
Marguerite sí es un libro denso, es de los que hacen pensar (no en vano la autora es profe de filosofía, jeje). El personaje de la portera que apunta Luciérnaga es absolutamente genial. ¿Verdad que dan ganas de irse a tomar un té con ella?
Si coges mi copia en vinilo de ese disco por los bordes, se deshará en una larguísima espiral de tanto como lo he puesto. En cuanto a las viejas de mierda que pueblan las comunidades de vecinos, y aún más aquellas con mando en plaza, a las que tanto gusta denostar a 'los nuevos', es gratificante pensar que el problema se resolverá sólo. Y rápido, además.
La elegancia del erizo es una pequeña joya, que he leido va a desgraciar una macroproducción USA. Por lo demás a la presidenta le puedes pasar bajo la puerta una postal de un adiestrador de perros,...o a su defecto el teléfono de un buen boy...el cariño hace milagros. Galletas!
Ay, Tam, tú eres de las que pueden prestarme libros!! Tokio, La Elegancia, ...Seda!! La sombra del viento!! La joven de la perla...!!! Todos ellos me encantaron!!
Tengo que decir, porque Efrén tiene razón, que sí, "out" es recomendable. Engancha desde el primer capítulo. ...sin embargo, le falta lo que tienen todos los otros: magia, música... No es igual, le falta ..."ser especial"....
Mil besitos...
pd.- Y sí, me iría encantada a tomar el té a la portería, si, sí,...
Como me revienta la gente así! Al menos recibió su castigo! Eso pasa por juzgar sin antes preguntar.
Me has dado una idea cuando has dicho las palabras mágicas: Dire Straits. Voy a ponerme a ello!
Lo de la voz es algo que me pasa a mi, pero con mi padre! Es acojonante hablar con uno mismo... Alguien que escuche una conversación sin saber que es telefónica, se pensaría que estamos locos!
Ay, qué fuerteee...la próxima vez, tira de algún cable y déjala encerrada en el ascensor un buen rato... Yo, si me quedo leyéndote, hasta puedo superar la claustrofobia que siento en ellos.. Vaya gustazo leerte, tocayita. Muchos besos.