May 19, 2008
Ser testiga de boda tiene su gracia: acudes con tus amigos a la parroquia en cuestión, respondes un pequeño y absurdo test que parece sacado de la Super Pop, le cuentas al párroco desde cuándo conoces a los contrayentes, lo encantadores, estupendos y católicos que son y las ganas que tienen de ponerse a procrear en cuanto reciban el sacramento del matrimonio. Expresas todo esto con tanto entusiasmo que el cura empieza a creer que una chica tan dinámica quedaría así como muy mona en el altar leyendo aquello de "el amor todo lo puede" y "Dios es amor" alabado sea el Señor. Y de paso, te da una lista con peticiones. Todas ellas comienzan con "Por N. y N., para que bla blabla. Roguemos al Señor" te rogamos oyenos, contestarán ellos. ¿N y N? Pregunto ejerciendo de rubia tonta. N y N son los nombres, me responde amablemente. Los nombres de tus amigos, claro. Puedes rellenar los huecos con los nombres reales, así cuando subas a leer no te pondrás nerviosa. Ah claro. Muchas gracias. ¿Y si no me gusta demasiado cómo está escrito el texto, podría hacer alguna modificación? Me gustaría mucho, confirma el párroco. Escribe algo más personalizado, dedicado a tus amigos, más fresco, joven, de actualidad, dice él. Estupendo. Ahora mismo me pongo a ello.
- Por Bea y Vincent, para que en su próxima declaración de la renta marquen la casilla correspondiente a la Iglesia... roguemos al señor.
- Por la Iglesia, para que, a todos cuantos marquen dicha casilla, les hagan un carné de socio que les permita entrar gratis en todos los museos vaticanos, capillas y demás obras de arte... roguemos al señor.
¡Qué divertido! Voy a seguir redactando. ¡Tirín, tirín, tiriririrín!
Labels: Friends
posted by Tamaruca at 7:02 PM |
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